Poner a prueba los sentidos, bueno no todos, sólo el olfato, es la finalidad de este prestigioso concurso que organiza la revista VINO+GASTRONOMIA desde hace ya veinte años.
La nariz humana puede distinguir entre más de 10.000 aromas diferentes y es el olfato el sentido que tenemos más desarrollado al nacer, pero entrenar la memoria olfativa no es tarea fácil; Es cuestión de mucha práctica y dedicación, y de ambas cosas les sobra a los 49 sumilleres que el pasado fin de semana pusieron a prueba su destreza al llegar a la final de la XX edición de esta importante cita para los profesionales del vino.
A lo largo del año han sido muchos los encuentros. Semifinales en Gijón, Andalucía, Alicante, Bilbao , Madrid y Barcelona han ido proporcionando los nombres de todos aquellos que se hicieron con una plaza para participar en la Gran Final en el hotel Silken Puerta de America en Madrid.
Sólo nueve profesionales llegaron al Gran Desafío, y se enfrentaron a cinco copas negras que contenían otros tantos líquidos “ misteriosos “. Un vino blanco de Alsacia, dos tintos, un tequila reposado y un brandy gran reserva.
La segunda definición de olfato según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española es: Sagacidad para descubrir o entender lo que está disimulado o encubierto. Así que supongo que entre los muchos adjetivos y elogios que recibirá en los próximos días, podemos calificar de sagaz a la barcelonesa Montse Velasco, sumiller del restaurante La Cuina de Guinardó que se hizo con el preciado galardón, una copa bañada en oro, diseño exclusivo del pintor-escultor D. Antonio López.
Por tercer año consecutivo La Nariz de Oro tiene nombre de mujer.
¡¡ Enhorabuena a todos los participantes !!
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